¿Cómo no se le había ocurrido algo parecido a nadie? Es una idea simple, original y muy a la moda. Unos collares que son pendientes o unos pendientes que son collares. De oreja a oreja y tiro porque me toca. Así ya no tendremos el dilema de combinar pendientes con collares.
Los hay dobles y simples y seguro que ya te estás pirrando por ellos. Son el último grito, sobre todo si le da a alguien por tirarte del collar. ¡OUCH!
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